La muerte de Juan Pablo II trasciende incluso, la importante dimensión religiosa que ha supuesto su papel de liderazgo de más de mil millones de católicos en el mundo. Karol Wojtila se ha convertido en estos años en una referencia espiritual y moral, e incluso no cabe duda de que ha tenido una notable influencia en muchos acontecimientos políticos de la historia reciente.

Al margen de que se profese o no la fe católica, o de que se compartan o no sus juicios sobre aspectos de moral privada –en los que la militancia de nuestra organización ofrece una amplísima pluralidad-, no puede desconocerse el importante peso histórico que ha tenido el pontificado que ahora toca a su fin.

Desde Falange Auténtica quisiéramos subrayar, en esta hora de recuerdo afectuoso, aquellos aspectos de la figura del Papa fallecido con los que nuestro proyecto político encuentra –insistimos, al margen de cualquier opción religiosa personal- una inequívoca sintonía objetiva: su mensaje avanzado en lo social, su denuncia de las injusticias socioeconómicas, su apuesta por una visión ecológica y humanista del desarrollo, su crítica al imperialismo, su concepto integrador de las patrias frente a los nacionalismos excluyentes, o su defensa de la vida, la dignidad y la libertad de la persona humana.

 

 


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