Nuevamente el gobierno, a través de las últimas declaraciones del presidente Zapatero y su ministro Moratinos respecto a la ayuda que España enviará para paliar las consecuencias del maremoto en el sudeste asiático, ha pretendido colgarse otra medalla. En esta ocasión la de la Solidaridad. Así nos han presentado la "noticia los corifeos del talante: España es el quinto país en el envío de ayuda humanitaria. Y así lo ha reconocido, sin rubor, el propio Rodríguez Zapatero al afirmar que nuestro país "lidera la Solidaridad. Sin embargo, semejante campaña de auto-bombo y propaganda, a costa de la desgracia ajena, se ha encontrado con la denuncia de las organizaciones no gubernamentales. Parece ser que nuestro gobierno no es tan solidario como dice.

El ejecutivo socialista aprobó destinar, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), 53 millones de euros a los damnificados por el maremoto. Dicho así, no tendríamos nada que objetar. Por tanto, ¿dónde está la trampa? Según ha denunciado la organización humanitaria Intermon Oxfam y la Coordinadora de ONG de Desarrollo, el 90 % de la ayuda española a los países afectados por el tsunami está comprendida por créditos FAD (procedentes del Fondo de Ayuda al Desarrollo). Se trata de fondos reembolsables y, en gran medida, ligados a la adquisición de productos españoles. De los 53 millones de euros que el gobierno dice ofrecer a los afectados, sólo 5 millones son en concepto de donación, el resto, hasta 48 millones, son créditos FAD, o dicho de otra manera préstamos o créditos "blandos, que los países receptores estarán obligados a devolver. Y con intereses.

¿Qué quiere decir todo esto? Que nuestro país, presidido por ZP "el Solidario, presta dinero para la reconstrucción a condición de que las naciones afectadas lo devuelvan, con intereses, o de que compren productos españoles.

Es sorprendente la apuesta que el gobierno socialista hace por los créditos FAD, máxime si tenemos en cuenta que la primera versión oficial del nuevo Plan Director de Cooperación expresa de manera clara que, "por definición, los fondos dedicados a ayuda humanitaria serán no reembolsables y desvinculados. Así, en palabras del director de investigaciones de Intermon, "mientras el grueso de países donantes está ofreciendo donaciones y condonación de deuda a los países afectados, nuestro gobierno ofrece créditos que generarán más deuda externa.

Falange Auténtica muestra su sorpresa por la manipulación informativa que sobre un asunto de extrema gravedad como el que nos ocupa ejerce el gobierno Zapatero y sus voceros. Al tiempo que manifiesta su extrañeza por la forma tan particular que dicho gobierno tiene de entender la Solidaridad.

El gobierno del PSOE, aunque hace ya años que perdió la E, poco después la O, y con acciones como la que ahora denunciamos demuestra que también dejó la S en el camino, pretende engañarnos al hacernos pensar que se está ayudando a los países afectados, cuando lo único que se está haciendo es aumentar la deuda externa, una deuda que terminará ahogando a esos países.

La problemática de la Deuda Externa es una de las muchas caras del capitalismo salvaje, un capitalismo que condena al hambre y la miseria a las tres cuartas partes de la humanidad, provocando diariamente la muerte de miles de personas. Lo triste del caso es que participe de ese capitalismo salvaje quien, siempre con una sonrisa, dice representar y defender al humilde frente al poderoso. ¿Capitalismo con talante?, capitalismo al fin y al cabo.

SOMOS MUCHOS los que sentimos que conceptos como solidaridad y justicia no son sólo palabras, no son los fuegos artificiales que adornan mítines electorales o movimientos convenientemente manipulados desde el poder. SOMOS MUCHOS los que nos hemos autoimpuesto la alta tarea moral de desmontar el capitalismo. Falange Auténtica ya ha comenzado su labor de ir minando un sistema perverso, injusto e insolidario. Denunciando al tiempo que la Justicia Social, la distribución equitativa y justa de la riqueza, la solidaridad, el progreso… son cosas muy diferentes a lo que usureros disfrazados de socialistas quieren vendernos.