Queremos llamar la atención de los españoles ante el mensaje que los políticos del Sistema vienen lanzando acerca de las bondades de la estructura autonómica del Estado, derivada de la Constitución del 78, que si bien es verdad que ha traído mejoras, también es cierto que en esta situación se han producido deficiencias y degradaciones también importantes. Las distintas maneras de gestionar la sanidad, la educación, la función pública, dependiente, por ejemplo, del idioma, no hace a todos los españoles iguales en derechos y obligaciones. Falange Auténtica quiere dejar claro que los avances que hayan podido haber en estos años no han venido por el Estado autonómico, sino por causas más prosaicas como las ayudas en metálico recibidas desde la Unión Europea o el crecimiento basado en un modelo económico cortoplacista y especulativo que tenía que estallar, o simplemente, porque después de más de 30 años hasta los países subdesarrollados, incluso los más pobres, han visto como han logrado cotas más altas de bienestar. No son las autonomías, es la historia, que no anda para atrás, sino hacia adelante. No podía ser menos España que, desde una posición más cómoda, ha tenido treinta y tantos años para ir ganando mejoras ¡ Eso faltaba!

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Pero aun con esos avances, que hoy están en peligro de desaparecer bajo la crisis económica, los recortes sociales, el paro galopante, la inseguridad en el futuro de las pensiones, etc., las taifas regionales están generando una peligrosa tensión nacional, debida tanto a las exigencias separatistas como a la desastrosa redacción del Titulo VIII de la vigente Constitución. La praxis de este Estado autonómico, si no se corrige, nos llevará a la desmembración de la Nación Española, y no son ganas de asustar, es el resultado de un análisis serio y objetivo con el que coinciden cada vez más analistas políticos e historiadores. Es una amenaza constante y un chantaje consentido, de modo que lo que ocurra puede ser definitivamente un conflicto difícil de superar.

Claro que la casta política, principal beneficiaria de los cargos a repartir en cada autonomía, nos calificará de alarmistas, pero no es verdad. La simple observancia de lo que está pasando, lo último, la declaración de independencia de un ayuntamiento catalán, el previsible aumento de las cuotas de poder de ETA en el País Vasco o el colapso económico de muchas comunidades autónomas, nos confirma en la realidad.

Que los defensores del Estado de las digan que es la razón por la que hemos avanzado hacia la sociedad del bienestar, es una falacia y un axioma embustero; repetimos que los pueblos por regla general y si no hay otras causas de terrible naturaleza, mejoran con los años porque si no, el mundo iría para atrás y esto no suele suceder. Se avanza porque la historia marcha casi siempre hacia adelante. Lo demás son intereses a retener por los mismos de toda la vida, aquellos que por encima del bien común de toda la nación, hacen prevalecer sus egoísmos particulares o aldeanos ¿Qué es eso de afirmar que el Estado de las autonomías nos ha traído el bienestar?; ahí es nada, como si tras casi medio siglo todo continuara igual, o el mundo caminara como los cangrejos ¿Qué quieren decir, que la Historia no avanza? Menudos progresistas...