Bueno pues ya el PP tiene también a su guapito al frente. En este país de sobreactuación feminista en los últimos tiempos, resulta que los cuatro partidos principales del guiñol político nacional, tienen a cuatro señores al frente, todos, menos uno, cortados por la misma tijera, buena planta, cierta juventud, monos y con guiños a eso que la izquierda aparenta odiar tanto, el postureo de los políticos norteamericanos, y mira por donde es precisamente el querubín del PSOE, el que más lo practica de todos.
Quizás seamos injustos al hacer la salvedad de la “belleza” de Pablo Iglesias, si bien, a priori, tanto Pedro Sánchez (PSOE), como Alberto Rivera (Cs) y Pablo Casado (PP), parece que tienen mejor facha (con perdón) que el líder de Podemos, Iglesias cumple más con los parámetros de los cánones perroflauteros, esos dientes sin arreglar, esa barba de anarquista hambriento, esa coleta de cervecero de litrona, esas camisas de progre de barriada, pero el hombre debe de tener su éxito, ahí lo tienen de pija de izquierdas en pija de izquierdas.
Total, que mucho feminismo, mucha “visibilidad” y “empoderamiento” femenino, pero ni uno solo de los partidos que manejan el cotarro político nacional, tiene a una señora al frente. El panorama nacionalista es el mismo, peor si cabe, ya que el perfil de los líderes de las autonomías levantiscas no son precisamente muy actuales en su imagen personal, ni dignas de demasiada admiración estética.