Julio Sánchez
Quien firma este artículo ha de reconocer públicamente que hasta hace relativamente poco tiempo defendía de forma ingenua entre sus amigos y camaradas más cercanos que si tuviera que elegir entre una opción política del Sistema lo haría por Izquierda Unida.
Ello en base a que entendía que dentro de la putrefacción moral y política que se extiende a los partidos políticos afectos al régimen constitucional, IU tenía algunas diferencias positivas respecto al resto de formaciones: republicanismo (si bien, Anguita tuvo que soportar alguna reprimenda desde su propio partido por defender la instauración de una nueva república si determinados preceptos constitucionales no eran aplicados), visión social de la economía, oposición a la OTAN, apoyo a determinadas causas justas (Palestina, Sahara, etc) o la implicación de militantes de la coalición en proyectos sociales y comunitarios, muy en sintonía con la idea falangista de promocionar al tejido social como nuevo eje vertebrador de la sociedad. Sabido es que IU siempre ha estado a la "vanguardia de la lucha por el aborto o de la destrucción de la familia....pero al fin y al cabo, ¿acaso el Partido Popular y el Partido ¿Socialista? ¿Obrero? Español (dan ganas de poner también el signo de interrogación respecto a lo de "Español si nos atenemos a las tesis de Maragall o de Elorza) no se han convertido también en baluartes de tales "planteamientos?