Por Mendelevio

Tras las elecciones europeas la prensa al servicio de la casta esta arremetiendo contra todo el que cuestiona su tinglado. Los ataques furibundos contra Podemos  demuestran el miedo de la casta a perder el control de las conciencias. El ABC y El Mundo han puesto su granito, difamando a los falangistas. El Mundo utiliza a un tal Sostres. No merece la pena que dediquemos un minuto a un personaje al que su compañera Isabel San Sebastián definió como un enfermo[1]. El diario ABC ataca directamente a Falange Auténtica.

Este periódico que se permite el lujo de repartir certificados de demócratas, no sólo tiene en su haber el haber defendido a Franco hasta su muerte, sino que aplaudió la invasión de Polonia por Hitler[2]. Recordemos que Luis Bolín, el corresponsal de ABC en Londres, fue el que gestionó el alquiler del Dragón Rapide, el avión que trasladó a Franco de Canarias a Marruecos el 18 de julio de 1936. Con este historial tienen la desvergüenza de difamarnos.

Desde la Transición se ha acusado a los falangistas de ser la esencia del Franquismo. Desmontemos este mito, que tan bien le ha venido a los verdaderos franquistas. Para empezar los militantes de Falange Auténtica no nos sentimos herederos de la FET franquista sino de la Falange de Manuel Hedilla, continuada por falangistas insobornables como Narciso Perales.

Los otros falangistas (Arrese, Girón, Fernández Cuesta…), los colaboracionistas con el Régimen, tampoco fueron su esencia. Detentaron parcelas mínimas de poder, en competencia con los carlistas (que controlaron la justicia), “opusinos”, militares (como el creador del INI, Suanzes que pugnó con los falangistas por el control de la economía), monárquicos como Goicoechea, llamado “la bien pagá” por Luca de Tena… Y a partir de 1959, ni siquiera conservaron los franco-falangistas esas parcelas de poder en Vivienda y Trabajo.

Hay muchos intereses en identificar al Franquismo con estos franco-falangistas, y con personajes menos relevantes en el Régimen como Blas Piñar (que no pasó de Director General y procurador en Cortes). No fueron la esencia de la dictadura, sino su “acompañamiento coreográfico”.

Los verdaderos herederos del franquismo hay que buscarlos en:

- UCD: que fue creada y dirigida por jerárcas del régimen de brazo en alto y chaqueta blanca, como eran Suárez y Martín Villa.

- PP: empezando por su Presidente-fundador Manuel Fraga (ex ministro de Franco).

- PSOE con Fernando Morán, que en 1968 fue nombrado Subdirector general de África, y formó parte de la Comisión y Delegación española encargada de negociar con Guinea Ecuatorial[3]. Fernández Ordóñez que fue Secretario General Técnico del Ministerio de Hacienda, en 1973 fue nombrado subsecretario de Economía Financiera y presidió el INI -Instituto Nacional de Industria[4]-. Una larga lista de hijos de alcaldes franquistas como José Bono o el ex ministro Bermejo. No nos olvidamos de Teresa Fernández de la Vega, hija de un alto cargo del Ministerio de Trabajo, condecorado por el Régimen.

- Los sectores financieros que apoyaron  el golpe de Estado de 1936, recordemos al millonario Juan March pagando los gastos del Dragon Rapide, se enriquecieron aún más con la nacionalización de RENFE, cobrando por unas inversiones amortizadas como si se acabaran de construir. Se beneficiaron de las subvenciones  del Régimen, como el Marqués de Urquijo que montó unos altos hornos en Beteta (Cuenca), totalmente anti económicos.

- La Banca apoyó la dictadura, estrangulando a la prensa crítica con los chanchullos del Régimen, sustituyendo a la censura tras la Ley de Prensa de Fraga. Es claro como ahogaron financieramente al diario SP, de Rodrigo Royo[5], por denunciar las implicaciones políticas del caso MATESA[6].

A todos estos les vinieron, y le vienen, muy bien los nostálgicos de brazo en alto, a los que acusar de ser los responsables de la Dictadura… y así presentarse ellos como demócratas de toda la vida. El Franquismo era cosa de Blas Piñar, ellos no tenían nada que ver. Ahora que ha desaparecido esa generación, se tienen que inventar nuevos chivos expiatorios. Los beneficiarios del franquismo son los que acusan de anti democráticos al resto, llegando a la desvergüenza de acusar a los seguidores de Hedilla de franquistas.

Los defensores y beneficiarios del Régimen de Franco son los mismos que ahora protegen y mantienen al sistema monárquico, parlamentario y corrupto que sufrimos. Cuando este sistema esté amortizado, serán los más firmes defensores de la Tercera república… eso sí, la economía la seguirán controlando ellos.

Juan Antonio Samaranch