Nacido el 21 de noviembre de 1941 en Fuengirola (Málaga), gran intelectual, maestro jubilado de historia, destacado político del PCE y referente para muchas personas, independientemente de su ideología.

A finales de 1999, tras sufrir un problema cardiovascular, abandonó la política activa, dejando tras de sí los mejores resultados obtenidos por su partido, con el 10% de los votos y 22 diputados en las elecciones de 1993 y 1996.

Ha sabido ganarse el respeto de casi todos, por su humildad, sensatez, coherencia, transparencia y honradez demostrada y reconocida.

Para algunas personas, les puede resultar curioso y asombroso, que una persona falangista (como es mi caso), escriba halagando la figura de un señor comunista.

Ha llegado un momento en el que ya no cobran protagonismo tanto los partidos políticos, como las personas que defienden una determinada ideología.

Cuando el portavoz o defensor de unas ideas, es de una doctrina concreta, la opuesta la mira con recelo y sin estudiar la misma, la critica y censura.

Es lo que ocurre en nuestro País con la Izquierda y la Derecha.

Estamos en tal situación de desesperación, a la que nos han llevado unos y otros, que cuando escuchas las propuestas de este señor, al que siempre se le ha tachado de idealista, te quedas estupefacto y pensando en cuántas cosas de las que dice, lleva razón. Expone hechos concretos con soluciones igualmente prácticas.

No puedo decir que las apruebe todas, pero si leyera sus reivindicaciones, sin saber que ideológicamente es comunista... ¿nuestra opinión sería distinta?.

¿Hay tanta diferencia entre lo que propone y lo que a la mayoría de la población le gustaría?. ¿Puede resultar que incluso podríamos sentirnos los falangistas afines a algunas de estas propuestas?, por supuesto que si.

Para mi la más relevante es la nacionalización de la banca y otras muchas que nuestra doctrina siempre ha defendido desde que nuestro fundador José Antonio Primo de Rivera lo expusiera y si nosotros aplicamos nuestra doctrina a los problemas actuales (que es justamente lo que hacemos), son más los puntos en los que convergemos que en los que discrepamos, que por supuesto también los hay, echo en falta la unidad de la Nación y algunos otros puntos fundamentales, pero evidentemente tienen que existir “lagunas doctrinales” entre nosotros, como cabe esperar.

Nuestra Nación se encuentra escasa de  políticos de esta talla, de personas que quieran por amor a su País y por conciencia de ver los problemas de los ciudadanos, implicarse y defender con honor y transparencia las ideas, poniendo a las personas por encima de los intereses particulares de un minúsculo grupo que se beneficia a costa del sacrificio de la gran mayoría.

Se puede estar más o menos de acuerdo, pero las ideas que propone, merecen ser estudiadas con detenimiento y las principales son las siguientes:

  1. Salario mínimo interprofesional (SMI) de 1.000 euros al mes. Esta cantidad corresponde al 72% de la media de los seis países de la UE que lo tienen más alto: Luxemburgo (1.610 euros), Irlanda (1.462 euros), Holanda (1.357 euros), Bélgica (1.336 euros), Francia (1.321 euros) y el Reino Unido (1.148 euros).
  2. Ninguna pensión por debajo del SMI.
  3. Extensión y ampliación de la prestación por desempleo. Todo lo anterior puede servir también para abordar con presupuestos concretos la posibilidad de la renta básica.
  4. Reforma fiscal: progresividad y persecución del fraude fiscal, la economía sumergida y los paraísos fiscales. Revisión de la legislación sobre las sociedades de inversión de capital variable (SICAV). Dotar de infraestructuras de todo tipo a la inspección fiscal de la Hacienda Pública.
  5. Banca pública como corolario de la nacionalización de la banca privada y las cajas de ahorros.
  6. Nacionalización de los sectores estratégicos de la economía. Ley sobre la obsolescencia programada.
  7. Desarrollo de los contenidos de los Títulos Preliminar [que hace referencia a que España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho] y VII [sobre economía y hacienda] de la Constitución.
  8. Control y democratización de los canales de distribución y comercialización del sector primario de la economía a fin de evitar situaciones de oligopolio que inciden negativamente sobre los precios pagados a los productores y sobre los precios pagados por los consumidores.
  9. Efectiva separación entre las iglesias y el Estado.
  10. Reforma del sistema electoral en el sentido de implantar otro proporcional, con las autonomías como circunscripción y un colegio nacional de restos.

En diversas entrevistas, ha dejado claro su malestar por la situación del País, diciendo incluso que esta crisis que vivimos es peor que la de 1929.

Nosotros también denunciamos este sistema partitocrático, que se ha demostrado que no ha traído más que desgracias para los ciudadanos y en el que cada vez los pobres lo son aún más y los ricos ven aumentadas sus fortunas.

Quiero acabar este artículo con una frase pronunciada por el Sr. Anguita hace unos días:

“Estamos echando un pulso entre el pueblo y el gobierno y alguien tiene que salir derrotado”.

 

Maria Formica