Por Mendelevio.
Los alumnos, padres y profesores llevamos padeciendo leyes educativas. Cada iluminado que se sienta en el sillón de Ministro quiere llevara a cabo la suya, además se aceleran con el tiempo:
La primera reflexión que se me ocurre es que uno de los principales problemas de la educación son los políticos. Sus bandazos, sus vanidades, sus luchas políticas y su incompetencia han provocado una inestabilidad en el marco legislativo que raya lo patológico.Estos cambios normativos constantes provocan numerosas pérdidas y perjuicios:
- La industria editorial gasta tiempo y dinero en elaborar textos y materiales didácticos, muchos de los cuales acaban en el contendor nada más salir de la imprenta.
- Las familias no pueden reutilizar textos escolares de unos hermanos a otros porque pierden vigencia a marchas forzadas.
- Los alumnos son cobayas de esta casta de políticos. Un repetidor se enfrenta a un plan de estudios distinto.
- Los alumnos de Magisterio no saben si cuando acaben sus estudios universitarios existirá la especialidad para la que se están formando.
- Los centros educativos y la administración gastan toneladas de papel y de horas de trabajo en adecuar sus estructuras a la nueva normativa.
- Los docentes pierden horas en formarse en la nueva normativa y en la jerga que la acompaña. Cada legislador se acompaña de una corte de pedantes pseudopedagogos que inventan una neolengua. Hace unos años había que enseñar conceptos, prendimientos y actitudes, y toda actividad que se diseñara para los alumnos tenían que reflejar esta triada. Años después nos exigieron que tiráramos esos materiales a la basura (estaban anticuados...). Hay que enseñar y evaluar por competencias... todos los ejercicios y exámenes las deben reflejar.... Horas de trabajo para diseñar unas tablas de evaluación en Excel que no entiende ni el mismísimo inspector jefe. Mañana eso se considerará un disparate, habrá que echar horas en el nuevo invento del próximo iluminado con cartera de ministro. El problema no son las horas de este trabajo, si no la absoluta convicción de que no sirve para nada, sólo para saciar la vanidad de los políticos.
La cosa está tan mal que la solución no es cambiar de Ley Orgánica cada 4 años, dando palos de ciego.
La propuesta actual se puede consultar en la web del Ministerio [1] y en la prensa, que recoge algunas afirmaciones que no aparecen en la web. Lo más espectacular de la misma son las reválidas y la FP dual, pero habrá que ver en que se concretan para posicionarse. En estos dos casos los detalles son muy importantes.
Según la prensa Wert quiere potenciar las materias instrumentales (matemáticas y lengua). Nuestra inquietud viene en saber a coste de qué. ¿Desaparecerá la formación musical? ¿La formación artística? ¿Qué se perderán nuestros hijos? Aquí también nos interesa el coste de oportunidad. De todas formas en España se confunde echar horas con obtener buenos resultados. Somos de los europeos que más horas echan en los centros de trabajo con menos productividad. En enseñanza el ministro Wert debería saber que son más eficaces 3 horas en aulas de menos de 20 alumnos qué 6 horas en aulas de más de 30. La calidad no se consigue con una ley Orgánica, sino con las leyes de menor rango que las desarrollan. Y aumentar las ratio de alumno por profesor es mandar al retrete la calidad educativa. La motivación del alumno es importante y el hacinamiento no la favorece. El despido en masa de profesores tampoco.
No vamos a hacer un llamamiento a un pacto de Estado en educación entre el PP PSOE porque es perder el tiempo. Pedir a los políticos cordura y humildad también es perder el tiempo. Y lo que más revienta es que los hijos de la casta no sufren las consecuencias de los disparates de sus padres. Estudian en exclusivos colegios privados no concertados y liceos extranjeros[2].
[1] http://www.educacion.gob.es/horizontales/prensa/notas/2012/09/20120921-consejo-ministros.html