Por Mendelevio

La semana que España está quebrada, y el BCE mirando para otro lado, el ministro Ruiz Gallardón anuncia que va a reducir los supuestos del aborto. Se ampara en que el supuesto de malformación del feto huele a eugenesia.

Recordemos que la eugenesia es la aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana. Esas teorías estuvieron en boga en el siglo XX, desde la socialdemocracia sueca hasta la tesis académica, para optar al título de médico cirujano por la Universidad de Chile, del socialista Salvador Allende. Afortunadamente, el uso aberrante que el nazismo hizo de ellas las desprestigió del todo.

Ruiz Gallardón tiene razón en que el supuesto eugenésico del aborto es el más mezquino de todos. Pero dudo que el interés de promover ahora esa reforma legal sea la Justicia y la Decencia. Me temo que si se suaviza la presión financiera de los mercados sobre España o que los sondeos de intención de voto del PP no recojan un desplome que les lleve a intentar retener, por lo menos, a su voto más conservador, esta reforma quedará en nada. Recordemos que sólo ha hecho un anuncio en la prensa y no ha presentado un anteproyecto de ley al Consejo de Ministros.

gallardon

 

Me parece que el PP no quiere modificar la Ley del aborto. Sólo quieren distraernos, como hacía Zapatero con la Guerra Civil, o hace el Presidente valenciano Fabra, anunciando que Las Fallas no serán el 19 de marzo sino el lunes más cercano. Curiosamente lo hace la semana que la Comunidad Valenciana anuncia su quiebra y pide un rescate al Estado. También recuerda a Esperanza Aguirre pidiendo no celebrar la pasada final de la Copa del Rey de fútbol la semana que reconoció que su gobierno había mentido con el déficit.

No debemos dejarnos engañar, PP y PSOE han llevado a España a la ruina y ahora reciben órdenes de La Troika (BCE, FMI, Comisión Europea) Sus políticas han sido, son y serán las mismas, da igual quién esté en el gobierno. Pero necesitan engañarnos a los españoles, haciéndonos creer en una alternancia política inexistente. Ellos son la alternativa a ellos mismos, como hacían Cánovas y Sagasta que fingían ser uno la oposición al otro, cuando en el fondo eran lo mismo. Y lo disimulaban con debates entre clericales y anticlericales.

El ministro Ruiz Gallardón debe tener claro que los españoles no somos tontos y no nos interesan sus anuncios a los medios de comunicación al modo de botes de humo, nos interesa lo que se publique en el BOE. Ya veremos si quiere defender al más débil, o sólo poner una cortina a la quiebra de España.